domingo, 7 de octubre de 2007

Supongamos que lograste cumplir el sueño frustrado, la cuenta pendiente… ¿Qué se siente? Además de rimar, mantiene un aire de reflexión. Probablemente ya hayas encontrado otra cosa sin realizar, otro motivo por el cuál seguir. Podríamos decir que esta dialéctica forma de vivir es cansadora, que todo sea un eterno comienzo y un inacabable fin, aburre. Cambiemos de perspectiva, ¿para que mantener esas posturas tan faltas de emoción y movimiento? Si nos desviamos, puede salir mal pero la adrenalina es impagable.
A ver un ejemplo: es entendible si alguna vez, después de determinada cantidad de fracasos pensáramos que es inútil enamorarse, que resulta insoportablemente doloroso que las cosas se acaben, que nos volvamos (y nos traten de) locas: por las actitudes, por las vicisitudes que acarrea el arriesgarse en algo. Quizás no se aplica el ejemplo a la explicación, será porque me considero una delirante innata Es fácil hacerse la desquiciada para lograr diferenciarse del resto de pulposos cerebros llenos de materia rosa, es difícil serlo realmente, es complicado hacerse entender. A pesar de todo, debo decir que no me fue tan mal, que lo que antes resulto ser una maldición, resulta ser ahora, una recompensa por algún esfuerzo hecho, esporádicamente, a lo largo de tan corta vida. Acá termino, sin terminar la idea. No se porqué se borró. No debe haber sido importante.

1 comentario:

Lethyx dijo...

Si supusieramos, tan sólo por un momento, q los sueños más estupidos se cumplieran, aquél corazon tan pisoteado, herido y resquebrajado vovliera amar por el simple hecho de q nunca se dio por vencido...estaríamos hablando simplemente de aquello q llamamos, inutilmente, "esperanza". Bueno, me fui mal...la música me inspiro (JAJAJA)Aca paso y te dejo mil besos, y ya nos veremos algún dia a tomar mate, comer tortitas y ver One Three Hill!!! JAJAJAJAJAJAJA