jueves, 18 de septiembre de 2008

Los golpes son tantos que sólo me dedico a aguantarlos; y aunque parezca, no es masoquismo ni estupidez, es esperanza; es el deseo de que ese sufrimiento que llega en una ola arrasadora y destructora tenga un equivalente que me salve la vida. Por amor u odio, por esperanza o por estupidez, aguanto.
Me obligaste a esperar sola, a cargarme encima todo lo que me toca, a veces por egoísmo, otras por consideración, otras para obligarme a ser de hielo, de plástico.
Ante esto me arrodillo y pido dejar de sufrir, pido que esas calmas tan fugaces duren lo suficiente como para cicatrizar lo que me has hecho, lo que me he dejado hacer.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

guau, que te hicieron q estas tan dolida? felicitaciones por poder expresarlo de esa manera

Pao González dijo...

Me abandonaron a mi suerte... y no estaba lista.