jueves, 24 de mayo de 2007

Se mira al horizonte


Sorprende la cantidad de cambios q nos resignamos (arriesgamos) a aceptar. De una u otra forma, se adaptan a nuestra vida como la pieza de un rompecabezas en un lugar q, a simple vista, parece el correcto, pero q cuando se intenta poner, termina siendo el espacio equivocado. Ahí es cuando presionamos más… la idiotez humana. Aceptamos lo complejo, pero en lo sencillo mantenemos un absurdo orgullo nacido de una supuesta experiencia personal. Y se mira al horizonte, y se ve, a lo lejos, la esperanza. Pero la vemos tan inalcanzable q las fuerzas acaban un cuarto antes de llegar. Pensamos: "falta tanto", sin darnos cuenta de q nunca habíamos estado tan cerca, sin darnos cuenta de q nunca mas volveremos a estar así de cerca.

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