jueves, 24 de mayo de 2007

Reviví esa sensación, como la que tuve cuando me enamoré de alguien que olvidó amarme; como cuando se desgarra algo en el pecho pero éste sigue sano; como cuando intentamos correr en una mañana muy fría sin previo calentamiento; como cuando armamos palabras, frases, hipótesis sobre lo inexistente; como cuando prometemos algo que sabemos no vamos a cumplir; como cuando dormimos queriendo soñar con alguien determinado y simplemente no se aparece, ni siquiera en sueños; como cuando intentas entender ciertas actitudes, algunos comportamientos pero no se logra; como cuando salís corriendo para alcanzar el colectivo, dejando tus pulmones en el recorrido, para que cuando llegues te des cuenta de que está fuera de servicio; como cuando se intenta crear algo innovador y te encontrás con la misma idea ya anotada en tu cuaderno; como cuando amás, querés, apreciás y olvidás; como lo que te pasó; como lo que sentiste y pensaste; como saltar a un precipicio y querer mirar el cielo; como subir a una montaña de arena; como dormir poco o no dormir en lo absoluto; como escuchar estupideces que se meten en tu cabeza y no te dan opción al cambio; como cuando buscás cambiar y no podés; como cuando querés deja de querer a alguien pero te gusta quererlo; como reirte cuando no querés y mantenerte seria cuando no podés; como cuando pensás sólo en vos e intentás ser solidaria; como aumentar tu capacidad haciendo mediocridades; como escribir sin sentido sólo para compensar el tiempo perdido; como cuando entendés lo malo, lo bueno, lo venidero; como cortar con la inspiración; como dejarla fluir; como entender y entenderte; como decepcionar, cansar, repetir por falta de ideas; como fracasar en lo sencillo y triunfar en lo complejo; como adivinar tu futuro y el de los que te rodean; como adivinarlo porque querés controlarlo; como cuando filosofás, llorás, sangrás, jugás…; como cuando volvés, permanecés y terminás; como cuando te caes y no querés levantarte; como cuando si querés pero no podés porque te empujan, porque te faltan fuerzas, ganas; como cuando jurás y perjurás, como cuando aparentás… Momentos infelices desbordan tu realidad, momentos que te enseñan, que te enojan, que te matan y decepcionan, salidas con extraños, sanadores de almas totalmente desconocidos, fenómenos llamados amigos, saltos suicidas para ser salvado, esperanzas perdidas para ser considerado, tristeza infinita con su felicidad efímera, consideraciones futuras de un crucigrama sin soluciones… tu vida, sin saber si está bien o mal. Atrapada en la lucidez de la locura, en la cordura de tu delirio que no deja de crecer; expresiones in entendibles junto con tu propia seguridad y claridad en lo inexplicable. Un sueño que vuelve, un rencor dentro del amor y lo mejor… vos.

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