jueves, 10 de enero de 2008

Descubrí q mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodíaco.


Memoria de mis putas tristes
Gabriel García Márquez

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Exelente. Ponga un conjuto de palabras bien armadas, de sentido y con la fuerza necesaria para quedar en la mente, para levantar la autoestima de los lectores, que se quieren escritores.

Anónimo dijo...

Hola!!

me gustaría que conozcas mi trabajo..

www.sachateatro.blogspot.com

gracias..!

Sacha