No quiero que nos una la lástima ni la empatía ante la miseria inevitable. No quiero que nos una la infelicidad, ni la amargura. No quiero que cuando me mires te veas en tu faceta más deplorable. No quiero ser una imagen de tu sufrimiento. No quiero que cada palabra tuya sea sobre ella, no quiero que cada palabra mía sea sobre él. No quiero más tristeza ni depresiones. No quiero más imposibles ni más situaciones que nos arrastren al fracaso.
Quiero una vida nueva, la que me merezco, la que nos merecemos. Quiero que puedas mirar hacia atrás y dejar ir los recuerdos. Quiero que te preguntes: ¿muestra de qué es aferrarse? ¿Muestra de qué muerte?
Quiero que me mires y me veas, quiero que te mires y nos veas. Quiero que veas la historia posible y no la lejana. Mirame… ¿qué ves?